Una Madre Hace un Descubrimiento Importante
Jacobo, un niño de doce años de edad, pronto entraría a la escuela secundaria. Desde hace varias semanas su madre Denise se había dado cuenta que él se despertaba varias veces todas las noches con pesadillas. Debido a que no estaba descansando lo suficiente, empezó a llevar siempre la contra y estaba malhumorado durante el día. Su hermana más joven y el perro de la familia parecían recibir el peso de sus malos sentimientos. Denise no sabía qué hacer. Después de varios intentos fallidos de castigarlo para controlar el comportamiento de su hijo, Denise compartió sus frustraciones con una amiga.
El poder hablar del problema le dio la oportunidad de dar un paso atrás y mirar la situación con mayor objetividad. Entonces se dio cuenta que Jacobo se portaba mal porque tenía miedo de entrar al sexto grado en una escuela nueva. A través de su comportamiento, Jacobo estaba comunicando sentimientos que para él eran difíciles de verbalizar.
En las escuelas, la gestión del aula siempre ha sido un desafío para los maestros. ¿Cómo pueden asegurar un entorno de aprendizaje vibrante y productivo para todos los estudiantes de la clase? ¿Cuál es la manera más positiva para hacer frente a los estudiantes que tienen comportamientos disruptivos? ¿Es posible que un enfoque diferente que no se base en un castigo sea más eficaz, al igual que el ejemplo de Jacobo y de Denise en el relato anterior?
Después de que Denise se dio cuenta de que Jacobo comunicaba información acerca de sus sentimientos a través de su comportamiento, ella desarrolló varias estrategias específicas para apoyarlo de manera proactiva en su transición a la escuela secundaria. Lo que hicieron es programar un tiempo especial cada día para hacer juntos algo divertido. Cuando estaba relajado y disfrutando de su tiempo con su mamá, Jacobo comenzó a expresar algunas de sus esperanzas y temores acerca de la nueva escuela. Denise le prometió a Jacobo que ella estaría con él para hablar de sus sentimientos y acordaron una señal secreta que Jacobo utilizaría para hacerle saber que se estaba empezando a sentir angustiado. Denise también ayudó a Jacobo a escribir una carta para compartir con sus maestros en la nueva escuela en la que destacó sus intereses, fortalezas y las cosas que lo hacían sentirse angustiado. ¡Estas estrategias específicas ayudaron a Jacobo a tener un buen comienzo en la nueva escuela secundaria!
El Comportamiento es Comunicación
Lo que se ve como mal comportamiento puede ser la única manera que un estudiante pueda comunicar sus necesidades en un momento determinado. Interpretar al comportamiento como una manera de comunicar necesidades insatisfechas no es una idea nueva. En su libro pionero Control Theory in the Classroom (Teoría de Control en el Aula), publicado en 1986, el Dr. William Glasser afirmó que la razón por la cual los estudiantes tienen problemas de conducta se debe a que las escuelas no satisfacen sus necesidades básicas de pertenecer, de amar y ser amado, de empoderarse, de ser libre y de divertirse. De acuerdo con esta teoría, los problemas del comportamiento de los estudiantes son a menudo una expresión de estas necesidades no satisfechas. Glasser continúa diciendo: “Estamos demasiado preocupados con la disciplina, con la forma de “obligar” a los estudiantes a que sigan las reglas, y no lo suficiente con ofrecer una educación satisfactoria que haría innecesaria nuestra excesiva preocupación por la disciplina.” (Glasser, 1986).
Alfie Kohn, en su libro de 1996, Beyond Discipline: From Compliance to Community (Más Allá de la Disciplina: Desde la Conformidad Hasta la Comunidad), dijo que quienes se preocupan por ayudar a que los niños crezcan y se conviertan en adultos generosos, responsables y educados deben primero preguntarse: “¿Qué necesitan los niños?”, seguido de inmediato por “¿Cómo podemos satisfacer esas necesidades?” en lugar de preguntarse: “¿Cómo puedo conseguir que los niños hagan lo que yo quiero?” (Kohn, 1996).
Estos dos líderes de la educación del siglo XX contribuyeron a las creencias filosóficas que nos llevaron a un cambio en las teorías tradicionales acerca de por qué los niños se portan mal y cómo podemos enfrentar los problemas del comportamiento.
PBIS – Un Enfoque del Siglo XXI para Abordar los Comportamientos de Una Manera Positiva
Una nueva estructura emergió que es útil para que los educadores y las familias eviten los comportamientos indeseables y puedan enfrentarlos de una manera efectiva cuando suceden. Basándose en las teorías de Glasser, Kohn, George Sugai y otros, surgió un enfoque proactivo llamado Intervenciones y Apoyos para el Comportamiento Positivo (Positive Behavior Interventions and Supports, o PBIS, por sus siglas en inglés) (este sitio de Internet está generalmente en inglés). PBIS se está adoptando en las escuelas de Colorado y de otras partes del país. Estos son dos recursos adicionales en español relacionados con PBIS: Mejorando El Comportamiento en el Hogar y Prevención de Bullying: En Apoyo al Comportamiento Positivo.
Las escuelas que adoptan PBIS crean ambientes acogedores que aceptan a todos los
estudiantes. En dichas escuelas se aplican estrategias universales que ayudan a asegurar que las necesidades básicas de todos los alumnos sean atendidas para que todos se involucren de manera más activa en el aprendizaje, quieran cooperar, y se sientan más seguros emocionalmente. En este ambiente positivo es mucho menos probable que ocurran problemas del comportamiento.
Sin embargo, algunos estudiantes a veces necesitan más que los apoyos al comportamiento universales que se le prestan a todos los estudiantes. Los estudiantes que experimentan dificultades personales, familiares o del aprendizaje (temporal o de largo plazo) y/o los estudiantes identificados con discapacidades de comunicación, emocionales o de conducta, pueden necesitar estrategias y apoyos más específicos para asegurar su éxito en la escuela.
Para estas situaciones, la estructura de PBIS incluye dos niveles de apoyo adicionales más intensivos para los estudiantes que los necesitan. (Vean el diagrama (en inglés) del Departamento de Educación de Colorado (CDE), que muestra los tres niveles de apoyos). Observe que el nivel verde, el de los “apoyos universales”, incorpora expresamente a todo el triángulo, lo que demuestra que TODOS los estudiantes están incluidos en los apoyos universales y que el modelo no implica colocaciones segregadas para los estudiantes que necesitan apoyos más intensivos.
Recientemente se desarrolló otro nuevo marco de apoyo para los estudiantes que alinea al PBIS para apoyos del comportamiento con la Respuesta a la Intervención (Response to Intervention, o RTI por sus siglas en inglés) para los apoyos académicos. Esta nueva alineación está destinada a crear una imagen más completa para conjuntamente abordar las necesidades del aprendizaje y la conducta de los estudiantes y así asegurar resultados escolares positivos para todos los estudiantes. El CDE adoptó formalmente la estrategia alineada PBIS/RTI, la cual se denomina Sistema de Apoyos de Niveles Múltiples (Multi-Tiered System of Supports, o MTSS por sus siglas en inglés). El CDE está proporcionando asistencia técnica a los distritos escolares de todo el estado para ayudar a su implementación. Para obtener más información, consulte la ilustración gráfica del marco MTSS y vea la Hoja de Datos de CDE Educación Especial dentro de un Sistema de Apoyos de Niveles Múltiples (ambos en inglés).
¿Qué Más Necesitan los Estudiantes con Discapacidades Identificadas?
Para los estudiantes con Planes Educativos Individualizados (IEP, por sus siglas en inglés), el Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) ofrece garantías y procesos para asegurar que los enfoques positivos del comportamiento se utilicen con los estudiantes en una manera consistente en todos los entornos en los que el comportamiento pueda ser un problema. IDEA establece que se debe hacer una Evaluación del Comportamiento Funcional (FBA, por sus siglas en inglés) como parte del proceso del IEP cuando se anticipan o ya existen problemas del comportamiento. El FBA es un conjunto sistemático de estrategias cuyo propósito es determinar la función subyacente o el propósito de una conducta – ¿cuáles necesidades del estudiante causan que este comportamiento ocurra? Una vez que la función o las causas de la conducta se identifiquen a través de la FBA, el equipo del IEP (incluyendo los padres) desarrolla un Plan de Intervención de Comportamiento Positivo (BIP, por sus siglas en inglés). El BIP se integra al IEP, se pone en acción, y se monitorea para asegurar que está funcionando. Para obtener más información sobre la Evaluación del Comportamiento Funcional, vea el siguiente artículo: Evaluación de Conducta Funcional e Intervenciones Positivas: Lo Que Los Padres Necesitan Saber. Y, para más información sobre los Planes de Apoyo al Comportamiento Positivo, denle un vistazo a este artículo (en inglés), Evaluación de la Conducta, Planes y Apoyos Positivos. Este artículo está disponible en el nuevo sitio de Internet del Centro de Información y Recursos (CPIR, por sus siglas en inglés), el cual contiene muchos artículos disponibles en español.
Estos son algunos recursos adicionales relacionados con el comportamiento en general:
• Suite del Comportamiento
• ¿Qué Están Intentando Decirnos los Niños?
• Cómo Manejar la Conducta de los Niños con Síndrome de Down
Consideraciones Finales
Los enfoques proactivos que se concentran en las causas de los problemas del comportamiento y desarrollan un plan positivo que satisface las necesidades del estudiante funcionan mucho mejor que los enfoques reactivos. Reaccionar se caracteriza como hacer algo para salir del paso que se aplica después del problema. Lo que es importante para los padres y maestros es el proceso de interpretar las conductas, así como otros retos del aprendizaje de un estudiante.
Una consideración esencial es no tratar de culpar a nadie. Los equipos que se enfrentan a desafíos mediante el uso de técnicas de resolución de problemas son mucho más eficaces para ayudar a un estudiante a tener éxito que los equipos que se centran en tratar de encontrar a un culpable de la situación. Por lo tanto, a pesar de que un impulso natural de los padres y educadores es tratar de controlar o manejar a un estudiante cuando se producen los comportamientos difíciles, es muy importante detenerse, dar un paso atrás, observar el entorno, involucrar al equipo, ¡y encontrar un enfoque diferente!
Referencias:
- Center for Parent Information and Resources (Centro de Información y Recursos para los Padres) (CPIR) (2014). Recursos – Comportamiento. Obtenido en: http://www.parentcenterhub.org/topics/orgbehavior/ (esta sección del sitio de Internet está en inglés)
- Oficina de Apoyos del Aprendizaje del Departamento de Educación de Colorado (2014). Página para los apoyos de niveles múltiples. Obtenido en: http://www.cde.state.co.us/mtss (este sitio de Internet está en inglés)
- Glasser, W. (1986). Control theory in the classroom (Teoría de Control en el aula). New York: Harper and Row. (Este libro está en inglés)
- Kohn, A. (1996). Beyond discipline: From compliance to community (Más Allá de la Disciplina: Desde la conformidad hasta la Comunidad) Alexandria, VA: Asociación para la Supervisión y el Desarrollo del Currículo. (Este libro está disponible en español.)
- OSEP Technical Assistance Center on Positive Behavior Interventions and Supports (Centro de Ayuda OSEP para las Intervenciones y Apoyos del Comportamiento Positivo) (2014). Página inicial. Obtenido de: http://www.pbis.org/ (este sitio está principalmente en inglés)